La Luz Rechazada | Juan 3:16-21


La Luz Rechazada: Reflexión sobre Juan 3:16-21

En el sermón titulado La Luz Rechazada: Juan 3:16-21, el pastor Avel Rivera nos invita a profundizar en uno de los pasajes más célebres y significativos del Evangelio de Juan. En este blog, exploraremos las ideas clave expuestas por el pastor sobre cómo la luz de Cristo es ofrecida a toda la humanidad, pero también cómo muchos la rechazan, y lo que esto revela de nuestro corazón.

Alegría Verdadera: Más Allá de lo Superficial

Durante la temporada de Adviento, se habla mucho sobre la alegría. Sin embargo, Avel Rivera enfatiza que no se trata de un gozo superficial, sino de una alegría profunda que nace de saber que Dios se ha acercado a nuestra oscuridad con una luz lo suficientemente poderosa como para salvarnos. Esta alegría no depende de nuestras circunstancias, sino de la inquebrantable verdad del amor de Dios.

La Luz Ofrecida y Rechazada

El pastor nos recuerda una cruda realidad: la luz vino al mundo, pero muchos la rechazaron, no porque la luz no fuera suficiente, sino porque el corazón humano prefiere las sombras a la verdad. Sin embargo, incluso en medio del rechazo, Dios ofrece una alegría que nada puede extinguir, una alegría que brota de recibir la luz que Él envió con amor.

Testimonio Personal: El Encuentro con la Gracia

Avel Rivera comparte su testimonio, relatando cómo, a los 17 años, entendió que era pecador y que necesitaba seguir a Jesús. Aunque fue salvo en ese momento, no comprendía completamente la gracia. Pasó años hablando y enseñando sobre gracia sin experimentarla realmente. Finalmente, en sus treinta, bajo la predicación fiel de un pastor local, la luz de la gracia iluminó las áreas oscuras de su vida, y por primera vez, experimentó la verdadera alegría y paz.

El Amor de Dios: La Iniciativa Divina

El sermón resalta que la historia de la alegría no comienza con nosotros buscando a Dios, sino con Dios buscando por nosotros. Juan 3:16-17 revela que Dios amó tanto al mundo que entregó a su Hijo para salvarnos, no para condenarnos. La palabra “entregó” implica sacrificio: Dios ofrece lo que más ama para rescatar a los que menos lo merecen. Esta es la esencia del Evangelio.

Nuestra Respuesta: El Corazón Expuesto

La respuesta del hombre ante la luz revela el estado real de su corazón. Creer en Jesús significa no estar condenado, pero rechazarle es permanecer bajo condenación. La luz no crea la condena; la expone. Así como una luz fuerte muestra el desorden en una habitación, la luz de Cristo revela la realidad espiritual de nuestra vida.

Lo Que Realmente Amamos

Juan explica que el problema no son los datos sobre el Evangelio, sino la condición del corazón humano, que por naturaleza ama las tinieblas y lo que ofende a Dios. Evitar la luz no es accidental ni neutral: es la evidencia de un corazón no regenerado. El que practica el mal teme la exposición. Por el contrario, quien viene a la luz lo hace porque Dios ya está obrando en su corazón, y su naturaleza lo inclina hacia la luz.

La Exposición y la Transformación

Para el creyente, cuando Dios expone áreas oscuras en su vida, no es para destruirlo, sino para transformarlo. La luz que revela es la misma luz que sana. No hay que temer venir a Cristo: la exposición de su luz es gracia, no condena. Para el no creyente, este pasaje es tanto invitación como advertencia: si amas las tinieblas, permanecerás en ellas, pero si vienes a Cristo, es porque Dios está obrando en ti.

La Victoria de la Luz

El Evangelio no solo dice que hay luz, sino que Cristo venció. Expuso nuestro pecado, pero también cargó nuestra culpa en la cruz. Así, la oscuridad ya no tiene la última palabra sobre los que creen en Él.

Reflexión Final

Avel Rivera concluye invitando a los oyentes a preguntarse: “¿Qué está revelando la luz en ti hoy? ¿Gozo y vida, o resistencia y oscuridad?” Recuerda que el gozo comienza cuando recibimos a Cristo en nuestro corazón, y que la gracia de Dios sigue estando disponible. Si la luz te revela algo hoy, no es para avergonzarte, sino para llamarte a la vida.

¿Qué harás con la luz? ¿Correrás hacia ella o te esconderás de ella? Cristo sigue invitando hoy; su gracia está disponible para todos.

Oramos para que el mensaje de Juan 3:16-21 inspire a cada lector a acercarse a la luz de Cristo y experimentar el gozo verdadero que solo Él puede dar.

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