Certeza Total en un Mundo Bajo el Maligno | 1 Juan 5:13-20


En un mundo incierto, ¿es posible vivir con plena seguridad espiritual? Esta pregunta resuena en el corazón de muchos creyentes. En este mensaje inspirado en 1 Juan 5:13-20, el pastor Avel Rivera nos recuerda que la certeza no es un sentimiento pasajero, sino una realidad sólida y permanente en Cristo. Descubre cómo puedes tener una certeza total y disfrutar de una vida segura, aun cuando el mundo esté bajo el maligno.

1. La seguridad del creyente: Confianza en la obra de Cristo

Desde el inicio, Avel Rivera establece la idea principal: El creyente vive seguro porque Cristo da vida, escucha, restaura y guarda. La seguridad cristiana no se basa en emociones, madurez o desempeño propio, sino en la persona y obra del Hijo de Dios.

Juan escribe su carta precisamente para que “sepáis que tenéis vida eterna” (1 Juan 5:13). No es un simple deseo o esperanza difusa. Es una afirmación, un cimiento firme donde el creyente puede construir su vida espiritual.

2. Tres fundamentos de la certeza cristiana

Avel Rivera estructura su mensaje en tres puntos clave basados en el texto bíblico:

a. Seguridad en nuestra relación con Dios (1 Juan 5:13-15)

El apóstol Juan declara que podemos tener confianza delante del Padre. Esta confianza nos habilita a acercarnos a Dios en oración, sabiendo que Él escucha y responde conforme a Su voluntad —no por nuestros méritos, sino por la obra de Cristo.

“Nuestra confianza en la oración no depende de nuestro desempeño, emociones o madurez, sino de Cristo.”

b. Seguridad expresada en amor hacia otros (1 Juan 5:16-17)

La certeza ante Dios debe impactar nuestras relaciones. Cuando vemos a un hermano luchando con el pecado, la respuesta no es crítica ni condenación, sino intercesión y compasión. Orar por los débiles, levantar al caído y restaurar al que tropieza es fruto de la seguridad que tenemos en Cristo.

[“Si ves a alguien que está ahogándose, no necesita un sermón, sino una mano que lo ayude a salir. Así con los hermanos en la fe: extiende tu mano en oración.”]

c. Seguridad doctrinal: nuestra identidad asegurada (1 Juan 5:18-20)

Finalmente, Juan subraya que el creyente “sabe” tres cosas fundamentales:

  • Que ha nacido de Dios y Cristo lo guarda.

  • Que no pertenece al mundo, sino a Dios.

  • Que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento para conocer al Verdadero.

Esta triple certeza nos permite vivir sin temor, incluso en un mundo bajo el poder del maligno.

3. Jesús: No solo da vida eterna, ¡Él es la Vida Eterna!

El mensaje termina invitando a los oyentes a “permanecer en Cristo”. No hay vida ni seguridad fuera de Él. Jesús no solo ofrece vida eterna, Él es la vida eterna. Por eso, no necesitas traer tus fuerzas ni tu justicia, solo tu fe y tu necesidad. Ven a Cristo y encontrarás la certeza que tu alma anhela.

Conclusión

Vivir con certeza total es posible porque Cristo nos da acceso, vida y seguridad. Esta certeza produce no solo confianza, sino compasión, amor y una vida que refleja la verdad del Evangelio. Aun en un mundo bajo el maligno, el creyente puede permanecer firme y seguro, sabiendo quién es, quién lo guarda y quién lo ha salvado.

Abide in Christ, porque en Él tienes vida, seguridad y esperanza eterna.

¿Quieres profundizar en tu seguridad en Cristo o necesitas oración? ¡Déjanos tus comentarios! Recuerda, en Cristo está toda tu certeza.

Este mensaje fue inspirado en la predicación de Avel Rivera sobre 1 Juan 5:13-20.

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